Perú celebra la festividad de la Virgen de la Candelaria
Puno, la ciudad altiplánica catalogada como “la capital del folklore peruano”, es el escenario de la festividad de la Virgen de la Candelaria, un evento cultural fascinante y que forma parte de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO desde 2014.
Cada año, a inicios de febrero, Puno se transforma, atrayendo visitantes de todo el mundo ansiosos por presenciar las tradiciones indígenas y coloniales convertidas en una impactante exhibición de coreografías y bailes. Con una duración de dos semanas, esta celebración es la festividad más grande del Perú: congrega a más de 100 000 danzantes y alrededor de 10 000 músicos, todos vestidos con trajes típicos y cargados de una energía inagotable que anima a la multitud.
La fiesta de la Candelaria, declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 2003, rinde homenaje a la Mamita Candelaria, patrona de Puno. La devoción a esta figura se originó en 1781, cuando los puneños, temerosos por el asedio de Diego Cristóbal Túpac Amaru y tropas de Túpac Catari —un jefe indígena que lideró una importante rebelión contra la Corona española—, llevaron en procesión a la Virgen con velas encendidas y acompañados por grupos de sikuris —músicos tradicionales aimaras que tocan el siku, un instrumento de viento—, con lo cual lograron la deserción de los invasores.
La Patrona de Puno
Conocida popularmente como la Mamita Candelaria, la patrona de Puno lleva al niño Jesús en su brazo izquierdo, que simboliza la luz, y una vela encendida en la mano derecha con una canasta y dos tórtolas. Lleva un vestuario confeccionado con finas telas como la seda, decorados con hilos dorados y piedras preciosas. A la fecha, son más de 100 mantos únicos que forman parte de la colección de la Virgen.
Días de Fiesta
La población se reúne en los exteriores de la Iglesia de San Juan Bautista a la espera del inicio de la tradicional procesión de la imagen de la Virgen, que recorre las principales calles de la ciudad en medio de un ambiente lleno de fervor religioso. Durante el trayecto, las familias entregan papelitos con oraciones o pedidos a su patrona.
Durante la Festividad se realizan dos importantes concursos de danza (danzas originarias y danzas de trajes de luces) que son televisados a nivel nacional. La fiesta continúa con el tradicional pasacalle, en el que desfilan más de 130 agrupaciones de danzas autóctonas o nativas y más de 80 agrupaciones de danzas mestizas o de trajes de luces.
En medio de la algarabía de los bailes, la riqueza de los trajes y el fervor religioso, esta festividad en honor a la Virgen de la Candelaria sigue iluminando los corazones de quienes son testigos de esta extraordinaria expresión cultural.